PREPARATIVOS VIAJE PRAGA Y DÍA 1 Y 2
Hoy me he vuelto a inspirar, así que vuelvo a las andadas por el Blog. Hoy quiero hacer un post de uno de los viajes más bonitos que he hecho. Si es cierto que teníamos ciertas dudas a la hora de escoger el destino pero no nos arrepentimos de nada porque fue un viaje PRECIOSO!! Fue la primera vez que visitábamos un mercadillo de navidad y des de entonces, no hemos dejado de visitar uno cada año. Y ahora, me gustaría que me acompañarais en nuestra aventura en VIENA !!! Espero que os ayude si pensáis viajar allí o por lo menos os entren ganas de viajar y conocer nuevos rincones del mundo 🙂
Nuestro viaje fue del 6 de Diciembre de 2016 al 11 de Diciembre de 2016 (en medio del puente de la Immaculada).
DÍA 1: Llegada a Viena, Rathausplatz y Ringstrasse.
Salimos un Martes. A las 12h estábamos cogiendo el avión (con Vueling) dirección al Aeropuerto de Viena. Al llegar allí, cogimos un tren que nos dejó en el centro, cerca de nuestro Apartamento. Aprovechamos el trayecto des del aeropuerto para comprar el abono semanal de transporte, aunque prácticamente no lo usamos porque íbamos a todos lados caminando. El apartamento donde nos alojamos se llamaba: Sky Residence – Business Class Apartments City Centre. Nos encantó lo bonito que era y lo limpio y céntrico que estaba, 100% recomendable.
Entre que llegamos, nos acomodamos, comimos en el apartamento y todo se hicieron las 17h (y allí ya era de noche y hacía un frío que congelaba). Así que fuimos al centro (que lo teníamos a 5′ a pie) y sin quererlo llegamos a RathausPlatz y nos quedamos de golpe con la boca abierta. Un enooorme mercadillo de navidad, con todas sus luces, todas sus paradas, sus miles adornos navideños, su correspondiente pista de patinaje sobre hielo todo bajo el gran Ayuntamiento que hacía ese lugar un sitio de ensueño. Mirad, mirad:
Nunca habíamos estado en ningún Christmas Market (Mercadillo Navideño) y sin duda nos encantó. Dimos mil vueltas, recorrimos todas las casetas, hicimos muchísimas fotos y estuvimos muchas horas caminando por este mercadillo durante toda nuestra estancia en Viena (que además si o si teníamos que pasar cada día para ir al apartamento).
Seguimos caminando por la Ringstrasse (avenida donde se encuentran la mayoría de monumentos de la ciudad) y vimos de noche el Parlamento, la Opera, varios museos, nos comimos un Bretzel,… Y nuestra siguiente sorpresa fue que no es que hubiera solo un mercadillo de navidad sino que estaban repartidos por toda la ciudad y en cualquier plaza o enfrente de algún monumento importante había más y más paradas navideñas.
La temperatura era de -2ºC, es decir muchooo frío y aunque lleváramos camisetas térmicas, leotardos debajo del pantalón, abrigos, bufandas, guantes,… no podía faltar cada día una bañera de agua ardiendo al llegar al apartamento para entrar en calor. Así que eso hicimos después de esta pequeña vuelta, cenamos y a descansar para empezar al día siguiente bien temprano.
DÍA 2: Parlamento, Palacio Hofburg, Biblioteca Nacional de Viena, Opera de Viena, Hotel Sacher, Catedral de San Esteban, Casa de Mozart y Iglesia de San Pedro.
Zzzzzz… dormimos genial pero nos levantamos a las 8:30am con muchas ganas de empezar a ver Viena. Desayunamos y a las 9:30am nos pusimos en marcha dirección al Parlamento. No entramos, solamente lo vimos por fuera, muy bonito.
De ahí, fuimos al Palacio Hofburg donde visitamos el Museo de la Platería de la Corte, el Museo de la Sisi y Los Apartamentos Imperiales.
Cogimos un audio guía que duró 1h 30min y nos enseñó tesoros ocultos en Viena que solo pueden visitarse si entras en Palacios como este. A nosotros nos gustó, el museo de la platería quizás fue un poco extenso pero en general el balance del Palacio fue muy bueno, se tiene que visitar !!
Luego fuimos en busca de la Biblioteca Nacional de Viena, que habíamos leído que era muy bonita y se tenia que visitar. Nos dirigimos hacia donde en principio pensábamos que estaba, pero no podíamos entrar y después de muchas vueltas, nos dimos por vencidos y no perdimos más tiempo así que no la visitamos. Seguimos por la Ringstrasse y fuimos a visitar la Opera de Viena, IMPRESIONANTE.
Ya habíamos mirado los horarios de la Visita Guiada en español así que compramos las entradas y a las 14h entramos a la visita. Muy recomendable! No os enseñaré la sala principal porque luego os contaré un pequeño secreto… 🙂
Nos acercamos también al Museo de Albertina y al Hotel Sacher. Era hora de comer, así que paramos. Casi todas las comidas las hicimos en Vapiano, un restaurante de Pasta, Pizza y Ensaladas, que era rápido, bueno, económico y tenía un local muy bonito que estaba en el centro y así podíamos aprovechar para visitar más monumentos.
Después de comer fuimos a la Catedral de San Esteban, PRECIOSA! Nos sorprendió el techo, un estilo diferente a todo lo que habíamos visto anteriormente. La visitamos por dentro y por fuera, aunque no puedo enseñaros ninguna foto por dentro porque es una catedral muy oscura y no salieron del todo bien.
En una callejuela detrás de la Catedral se encontraba la Casa de Mozart, la cual vimos solamente por fuera.
Una curiosidad que encontré en foros que visité antes de realizar el viaje es este reloj que veis a continuación:
Se trata de un reloj situado en la plaza más antigua de la ciudad. No es que sea un supermonumento pero es curioso de ver. Nosotros lo visitamos por la tarde pero se ve que al mediodía desfilan doce figuritas mientra suena música clásica vienesa.
Se empezaba a hacer de noche así que decidimos pasear por las grandes calles del centro, llenas de tiendas, donde puedes perderte un buen rato y entrar en alguna que otra para entrar en calor y olvidarte del frió que hace fuera.
Entre tienda y tienda, de golpe la Iglesia de San Pedro asomaba por una calle, una iglesia muy imperial:
Paseamos un ratito más pero el frío nos obligó a comer un «Kurtoskalacs«. Los descubrimos en Budapest y al verlo allí no pudimos resistirnos.
Y luego… llegó una de mis partes favoritas del viaje… La sensación de mirar alrededor, ver el precioso ayuntamiento, los mercadillos de navidad llenos de gente, música navideña sonando y yo patinando…fue un momento de FELICIDAD ABSOLUTA, un momento de película.
Estuvimos un buen rato patinando, casi 1h y media, sin poder parar de mirar a todos lados, hacer fotos, sonreír, alguna que otra caída jajaja hasta que la calidad de los patines empezó a pasar factura. Paramos de patinar para dar el último paseo por los mercadillos y ir ya dirección al apartamento para meternos en la bañera con agua calentita. Después obviamente caímos muertos de cansancio………
Como por hoy ya he me enrollado demasiado y aún queda muuuuucho Viena por visitar, clickar aquí para ver los siguientes días 🙂
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